¡La reganancia de peso no es sinónimo fracaso!
La reganancia de peso es un escenario frecuente y, en muchas ocasiones, no se debe a la falta de motivación o incumplimiento del plan de alimentación o actividad física, sino a diversos mecanismos fisiológicos que se activan para detener la pérdida de peso y restaurar el peso y la masa grasa anteriores.
Ignorar todos los factores que impactan en el peso (biología, hormonas intestinales, dietas muy severas, estrés, falta de sueño, algunos medicamentos, emociones, ambiente, la autocrítica, etc.) y creer que es falta de autocontrol del paciente, aumenta la estigmatización de las personas que vivimos con obesidad, asumiendo que somos personas flojas, cuando no es así.
Esto no significa que estamos sentenciados a recuperar siempre el peso o la grasa corporal que perdemos. Esto abre la posibilidad de revisar lo que nos sucede en lo individual y sumar herramientas en conjunto con un profesional de la salud capacitado en el manejo de la obesidad, que no juzgue o me diga que lo que debo hacer es «tener más fuerza de voluntad», cuando es evidente que no se debe solo a eso (además de no suspender nuestro tratamiento por creer que «ya no funciona» o que «estamos haciendo mal», por supuesto).
Cambiemos la narrativa y reconozcamos que mantener el peso perdido es una de las partes más complejas del tratamiento. Y que incluso, en muchos casos, mantener el peso es sinónimo de un buen resultado (ahora que sabemos que nuestro cuerpo se resiste a seguir perdiendo peso).
Esta es una colaboración con el Dr. Michael Crotty y My Best Weight.
Referencia: Busetto L, et al. Mechanisms of weight regain. Eur J Intern Med. 2021 Nov;93:3-7.

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