¿Qué es
la Obesidad?

La obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por un exceso de grasa corporal que puede perjudicar la salud y que merece ser tratada como la diabetes o el cáncer.

Es una enfermedad multifactorial y compleja, en donde el tejido adiposo (grasa corporal) no funciona debidamente y que, a su vez, interactúa con el funcionamiento del cerebro y demás órganos, en un ambiente que desde muchas perspectivas resulta adverso.

Se ha propuesto la idea de que estamos ante varias enfermedades con una manifestación similar, es decir, que existen obesidades.

Más de 74 millones de mexicanos
vivimos con obesidad

Niños y Niñas

5 a 11 años

Sobrepeso 18.1%
Obesidad 17.5%

3.9 millones

Adolescentes

12 a 19 años

Sobrepeso 23.8%
Obesidad 14.6%

8.7 millones

Adultos

Mayor de 20 años

Sobrepeso 39.1%
Obesidad 36.1%

62 millones

¿Por qué es una enfermedad?

  • Porque nadie puede controlar con voluntad los genes, la biología o todo lo que pasa en su cuerpo y su ambiente.
  • Porque hay respuestas biológicas que “protegen” a la obesidad y hacen difícil perder o mantener el peso perdido.
  • Porque requiere un diagnóstico y tratamiento a largo plazo que ayude a la persona a tener salud y a hacer cambios sostenibles en el tiempo.
  • Porque puede afectar la salud física y mental de quien vive con ella.

La obesidad no es una elección.

¿Por qué nos cuesta reconocer que es una enfermedad?

  • Porque se percibe que es culpa del paciente.
  • Porque no se ha diferenciado entre buscar tratamiento para la obesidad y el deseo cultural de la delgadez.
  • Porque es una enfermedad que por lo general viene acompañada de una cuerpo grande, y se piensa (erróneamente) que el cuerpo lo podemos moldear a voluntad.
  • Por el estigma, es decir, la devaluación social y actitudes negativas hacia las personas por su peso corporal, lo que provoca un rechazo social y estrés en quien vive con esta enfermedad.
  • Por la falta de educación y entrenamiento en obesidad de profesionales de la salud.

El tratamiento de la obesidad es posible

Iniciarlo es una decisión personal.

El primer paso es detener el aumento de peso. Todos los días podemos hacer algo por nuestra salud: preparar un desayuno, subir por las escaleras, apreciar el cuerpo y aceptar las diferencias, atender la salud mental, dormir bien, aprender a manejar el estrés, acudir al médico.

Una reducción modesta del peso corporal puede mejorar la salud y es factible con la ayuda de profesionales de la salud que entiendan el cuidado de la obesidad. Es importante mirar más allá de la báscula y centrarse en el panorama general de por qué se está realizando un cambio.

 

Las “soluciones rápidas” o temporales son atractivas, pero están vinculadas a altas tasas de recuperación de peso. Por lo tanto, el tratamiento debe durar toda la vida y podemos aprender a hacerlo sostenible.

La obesidad no es una enfermedad de la apariencia

Nadie tiene por qué ser atacado por el tamaño de su cuerpo.

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